Perdonen la expresión, pero, ¿no han sentido nunca la sensación de que la vida es una mierda? No una caca pequeñita, de esas que apartas con el pie. No, una de esas que cuando las pisas te pasas el día restregando el zapato por la hierba y andas (casi a la pata coja) buscando una hierbecita para poder frotar el zapato.... lo cual para la hierba es una auténtica putada (perdón por mi vocabulario). ¿Qué culpa tendrá ese montoncito de hierba que vivía feliz a los pies de ése árbol hasta para que llegues tú y plas, decidiste restregárselo todo por ahí? Lo mismo puedes pensar cuándo diagnostican a tu hija: ¿pero qué cojones he echo yo?, ¿ qué no he echo?, ¿porqué a mí?, ¿por qué a él?, ¿por qué? , ¡¿POR QUÉ?! Podríamos pasarnos media vida quejándonos, buscando un motivo, una razón, un algo a qué o quién culpar. Pero, ¿sabéis? No hay explicación, no hay culpable, nadie ha puesto ahí esa mierda para que la pises. Ha sucedido y quizá nunca encontremos el porqué. ...
En este espacio encontrarás el electrocardiograma de las sístoles y diástoles que conforman la esencia de nuestros pensamientos. Dos hermanas. Dos mentes. Un alma.