¿Cuántos de nosotros al escuchar la palabra autolesión en seguida nos ponemos las manos en la cabeza y pensamos en adolescentes con cortes en las muñecas que quieren llamar la atención?
Las autolesiones son un tema bastante tabú en nuestra sociedad estigmatizadas a "querer llamar la atención" asociadas a cortes en las manos y piernas. Pero la realidad llega mucho más allá. Casi todos miran mal a alguien con autolesiones, pero, ¿cuántos se preocupan en conocer la realidad que se esconde detrás?
En primer lugar hay que dejar claro qué son las autolesiones. Una autolesión es cualquier conducta que implique hacerse daño sin la intención de suicidarse. Existen muchos tipos de autolesión, como por ejemplo quemaduras, mordiscos, arrancarse el pelo de cualquier parte del cuerpo, golpes, arañazos, pellizcos, rascarse, tocarse constantemente heridas o impedir que cicatricen, darse bofetadas, golpes contra objetos, y un largo etcétera.
Si no nos queremos suicidar, entonces ¿por qué nos autolesionamos? Existen diversas respuestas a esta pregunta, por lo general la persona que se autolesiona trata de disminuir un dolor psicológico que no puede controlar. Una ansiedad extrema, un batiburrillo de emociones, un caos mental que no sabe gestionar y decide hacerse un daño físico para que el cerebro se centre en él y se olvide del otro dolor. También puede ser una forma inconsciente de pedir ayuda, sin embargo, el 50% de las autolesiones está asociada a algún tipo de trastorno mental como trastornos de la alimentación, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno obsesivo compulsivo, depresión, trastorno bipolar, despersonalización, autocastigarse, falta de control de impulsos, etc.
Así que no, no queremos llamar la atención. Nos desagrada verlas más incluso que a vosotros. En lugar de juzgarnos, ¿por qué no buscar la raíz del problema? ¿por qué no informarse? ¿por qué no ayudar? ¿por qué no acabar con todos esos falsos mitos que existen alrededor de las autolesiones como "los que se autolesionan son masoquistas", "sólo quieres llamar la atención", "eres un suicida", "ya se le pasará cuando crezca, tonterías de la edad", "lo haces porque quieres, sólo deja de hacerlo y ya", "sino paras es porque no quieres".
Lo siento, pero no. No somos suicidas, ni queremos llamar la atención conscientemente (al menos en la mayoría de los casos), no disfrutamos con el dolor físico ni es tan fácil pararlo. Necesitamos apoyo, necesitamos ayuda, y necesitamos comprensión.
Si tú eres una de esas personas que se autolesionan, si eres familiar de alguien, pedid ayuda, buscad un profesional que os pueda orientar para acabar con este infierno. Tiene solución y la encontraréis.
Pd: Más adelante escribiré otras entradas acerca de qué hacer y qué no hacer a una persona que se autolesiona; y sobre conductas conductuales alternativas para cuando quieras lesionarte.
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