El TOC como un ciclón

El toc arrasa con todo. Pareja, trabajo, familia, vida, libertad, proyectos, ilusiones, sueños. Así, como una devastadora y gigante ola. 

Comienza sin saber lo que te pasa. ¿Qué cojones pasa por mi mente?, te preguntas al inicio de tan duro proceso. Qué hostia es esto que no me deja descansar mi cabeza ni un maldito segundo. Solo pido un maldito solo segundo. 

Poner el pie en el maldito suelo, o el maldito pie en el suelo, o el maldito pie en el maldito suelo se me antoja aterrador. Porque significa que el día o la tarde o la noche comienzan y eso es sencillamente aterrador. 

Vives en una carcel mental, a merced de tus pensamientos intrusivos que te manejan como una marioneta. Y tú, tú qué haces, ¿por qué te dejas manejar de tan cruel manera?

Ni tan siquiera puedes razonar con el tortuoso TOC, ni dialogar con él, pues sabes con certeza que todo lo que él te ordena que hagas es irracional. Y tú, tú lo haces. Otra vez más , te conviertes en su marioneta. De nuevo caes en su trampa.

Casi nunca viene solo, viene acompañado de otros amigos. La depresión, bipolaridad, dismorfia o trastorno límite son algunos de ellos.

Una vez sabes lo que ocurre y le pones nombre a tu sufrimiento, los expertos dicen que desde que se padece hasta que es diagnosticado la media es de siete años. Comienza el recorrido por multitud de psicólogos y psiquiatras privados que nada saben sobre el tema, la seguridad social, nefasta en salud mental, un área de la sanidad pública totalmente desconocida por los ¿ especialistas?. Recorres España entera buscando alguna solución, alguien que sepa entender el trastorno obsesivo compulsivo y sepa tratarlo con eficacia. España entera, sí, tal cual.

Pides préstamos, para sufragar tan costosas terapias. Estamos hablando de muchos años de terapias infructuosas pues en España por desgracia no hay suficientes especialistas en TOC. Te desesperas. Hasta que lo encuentras. Existe en Monachil, Granada, la asociación toc granada, que está haciendo que la vida de muchos de nosotros cambie.

Más subvenciones para crear centros como este , y que mejorar nuestra calidad de vida no nos cueste hipotecar nuestras casas o empeñarnos en créditos para el resto de nuestras vidas.

Gracias, Diana Belén.

Pd: Esta publicación ha sido escrita por una afectada (Diana Belén), si vosotros también queréis participar en el blog sólo tenéis que contactar con nosotros por facebook o mediante el correo electrónico: kakuyumenewleaf@gmail.com