El sábado pasado se celebró el VI Congreso Nacional del TOC en Monachil y me pidieron que diera consejos a los familiares desde mi punto de vista como afectada en un tiempo record de cinco minutos (cosa que por supuesto no conseguí, jajaja). Intenté resumirlo lo máximo posible, y os lo quiero dejar aquí también para todos aquellos interesados.
Desde mi punto de vista, hay cuatro puntos súper importantes: Psicología – Comunicación – Paciencia y Visibilización. Voy a ir explicándolos uno por uno.
Psicología y comunicación
Es muy muy muy importante que el tratamiento farmacológico (si lo tomamos), vaya acompañado siempre de un tratamiento psicológico, ya que la medicación por sí sola no es completamente efectiva. Y no sólo eso, hay que buscar el profesional adecuado y formado, porque no todos saben tratar el TOC, esto no es llegar a un despacho, sentarse y hasta luego, no. Aquí sales a la calle con tus psicólogos y te enfrentas a lo que más miedo te da.
También es importante que vosotros, como familiares o allegados de afectados, acudáis al psicólogo, no solo para poder informaros adecuadamente de qué es el TOC, cómo tratarnos, cómo ayudarnos y en qué consiste nuestra terapia. Por experiencia, sé que es muy duro vivir el proceso de tratamiento de un afectado, ver cómo sufre y no poder hacer nada. Por ello, si lo veis necesario, no dudéis en acudir a un psicólogo para pasar la terapia del afectado lo mejor posible. Para poder ayudar, hay que estar bien. No os avergoncéis por ello.
Quiero recalcar la importancia del círculo comunicativo entre psicóloga-afectado-familiar. Porque para superar el TOC hay que superar un largo camino, y si nuestra psicóloga nos pide que recorramos cincuenta metros, no nos exijáis correr cien, porque no podemos. Por eso es tan importante este círculo, para que en todo momentos todos sepan el método de actuación, que compulsiones puedes seguir haciendo y cuáles no.
He escuchado cientos de veces a personas decir "Deja de hacer esas tonterías" "Pareces un crío" "Lo hace para salirse con la suya" "Es que es un cabezón". Lo siento, pero NO. A día de hoy, personalmente, no conozco a nadie que haya usado el TOC como herramienta para conseguir un beneficio propio. Sé que puede parecer una tontería que no pueda salir de la casa si veo tres coches amarillos seguidos pasar por la calle; o que me tenga que lavar las manos durante treinta minutos para estar limpia. Pero no lo es, si lo hacemos es precisamente por vosotros, porque tememos que si no hacemos la compulsión que el TOC nos dice, le pase algo malo a las personas que más queremos. Así que, por favor, no hagáis este tipo de comentarios porque nos duelen, nos hace sentirnos impotentes y aumenta nuestra ansiedad, por lo que también aumentan nuestras compulsiones.
Paciencia
Necesitamos que tengáis paciencia con nosotros, mucha, muchísima. Tened en cuenta que estamos cogiendo a nuestras peores pesadillas, mirándolas de frente y echándoles un pulso donde queremos aparentar ser lo más fuertes posibles para que se esfumen aunque por dentro estemos acojonados. Es normal que estemos irascibles, molestos, deprimidos, desganados, etc. Somos una montaña rusa de sentimientos, y realmente no queremos heriros, pero a veces nuestra ansiedad puede con nosotros.
Entrar en terapia no significa que de un día a otro dejemos de hacer todas las compulsiones, no. Vamos poco a poco y cada uno vamos a una velocidad distinta. Un día damos cincuenta pasos, al siguiente retrocedemos veinte y al siguiente estamos dos meses estancados. No pasa nada, cada persona es única, cada uno va a su ritmo. Lo importante es seguir intentándolo.
Visibilización
Considero que la visibilización es muy importante. No hay que avergonzarse de tener TOC, ni de que tu hijo tenga TOC. Mientras más nos lo callemos, más invisible lo hacemos. Somos humanos, como todos los demás, que tenemos una manera distinta de percibir y sentir el mundo, tendemos a amplificar tanto lo positivo como lo negativo. Y eso no nos hace ni mejores ni peores personas. El mundo debe saber que existimos, normalizar nuestro trastorno. Eso disminuiría mucho nuestra ansiedad, porque si el mundo supiese que existimos, no tendríamos miedo de hacer una compulsión en público, por lo que nuestra ansiedad disminuiría y quizás no tengamos la necesidad de hacerla. Sin embargo, el simple hecho de saber que no puedes hacerla porque vas a ser juzgada, automáticamente aumenta tus niveles de ansiedad, y aumenta tu necesidad de compulsionar.
Comentarios
Publicar un comentario