Confesiones de una TOCada

VIVO CON MIEDO

Este texto lo escribí un 20 de enero de 2016, en un momento de desesperación, donde apenas conocía al TOC, donde no tenía tratamiento y sentía que la vida se escapaba entre mis dedos. Lo dejo aquí, como confesión de una TOCada que aún no sabe lo que es el TOC, y que no sabía que esto se puede controlar. Como una TOCada que sufre. Como un testimonio de lo que era mi día a día. ¿Mi intención? Desnudarme ante vosotros para que comprendáis un poquito más los miedos que tenemos y que nos hacen actuar como actuamos: 

"Vivo con miedo"

Sí, vivo con miedo. Con un miedo constante y atroz. Ilógico e irracional que me hace la vida imposible. Miedo a sufrir esquizofrenia, a escuchar voces, a ver cosas que no existen. Vivo con un miedo tangible a que todas mis obsesiones se hagan realidad. Y sufro. 

El miedo es ese sentimiento que me acompaña día y noche, día tras día, semana tras semana, año tras año; que duerme en mi barriga y sacude mis lágrimas. Un miedo burbujeante que aparece de la nada por la cosa más insignificante, que te obliga a estar en estado de alerta 24/7 y te impide disfrutar de los pequeños placeres de la vida. 

Vivo con miedo a morir. Hay días que me despierto con la total determinación de que en pocas semanas voy a morir, pero yo quiero evitarlo. Y empiezo a darle vueltas, y vueltas, y vueltas. Muchas vueltas. Como una noria oxidada de un abandonado parque de atracciones con una leve inclinación que le hace girar eternamente acompañada de una suave brisa. En mi mente no hay vida más allá de un par de semanas. No existen escenas, ni imágenes. Detrás no hay nada. 

Vivo con miedo a tener alzheimer, a olvidarme de todo y de todos. Y lo que ello implica, hacerles sufrir. Ese miedo me fuerza a ordenar todas las fotos en carpetas indicando nombre, apellidos y relación parentesca o de amistad con cada una de las personas que conozco; y a recurrir a un sinfín de métodos para asegurarte de que los recordarás pase lo que pase.

Vivo con miedo a vivir